EXPULSAR A LA SOLEDAD...
Cuánto ansió dejar atrás a la soledad
abandonar del camino, sin dejarla preguntar
viéndola oscurecida, negra y sucia.
diluirse como humo de chimenea invernal
balanceandose, mientras desaparece del cielo
empujada por el viento...
Pero, ¿de que sirve desembarazarse de ella,
si ya no sirvo igual que antes?..
Soy un haragán, eterno perdedor y dependiente
de primeros auxilios..
Un inútil viviendo en absurdo, solo con el favor
de obra y gracia del tiempo..
Lágrimas que derraman y mojan la comisura
de mis labios sedientos..
Dolor y sufrimiento que vive en mi pecho y solo
se alimenta de mis lamentos..
¡Sufrida terapia la mía, expulsando la soledad
cuando es la única verdad de lo que siento!..
de Tébar Perona,
Molino de Viento...
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